Según Charles Darwin y su teoría de la evolución, descendemos del mono.
Según Juanmi (que soy yo) y mi teoría de la evolución acabaremos siendo caracol.
Bueno...que
no cunda el pánico, no me refiero a que todos acabaremos siendo
cornudos babosos y arrastrados, no, aunque puede ser. Lo que ocurre es
que biológicamente y sociológicamente tendemos a parecernos a este
molusco terrestre.
Bien:
hasta hace "cuatro días", salvo valientes excepciones, todos eramos
heterosexuales. Mas recientemente se abrieron los armarios y no salieron
los amantes escondidos, no: salieron los homosexuales (gays y
lesbianas) con todo el derecho a sentirse orgullosos. Ya con los
armarios abiertos de par en par, la prensa del corazón se hacia eco de
l@s que se declaraban bisexuales.
Todo
hasta aquí está muy bien y es demostrativo de lo civilizados que somos,
pero a partir de esto, y no digo que sea malo, es cuando yo creo que
evolucionamos hacia el molusco de la "casa a cuestas".
En Estados Unidos, que siempre van un paso por delante en todo, lo
bueno y lo malo, una señora deseaba ser señor y la cirugía lo
transformó, pero después, el señor que antes fue señora, en contra de
toda ley natural, quiso quedar preñado, también la medicina logró ese
milagro y nos lo vendieron como "El Hombre Embarazado"...mentira.
Ya
estamos a un "tris" del caracol: tenemos los dos sexos, nos apareamos
con todos y a todas horas, no se sabe quien va a ser el padre y quien la
madre, nos podremos poner los cuernos a nosotros mismos con nuestra
otra sexualidad, tendremos celos, si somos narcisistas, de nosotros
mismos y nos caerá la baba por haber llegado a un estado tan avanzado de
civilización.
Bueno:
yo y otr@s tres o cuatro valientes, reivindicamos nuestro derecho a ser
heterosexuales aunque vayamos en contra de la natural evolución
Darwiniana y Juanmanuelera.
El
dibujo del principio nos da otro dato que confirma mi teoría, y es la
casa que tendrán, los mas "suertudos" de las generaciones venideras si
la crisis y los políticos no lo remedian...que no lo harán.
Como se que de Darwin se rieron sus contemporáneos, también lo podéis hacer con migo, pero no de mi ¡¡eh!!.
