jueves, 27 de diciembre de 2012

Futurible

Este año fui poco productivo en las publicaciones. La crisis hace mella hasta en la capacidad de comunicarse. Esto se nota que es una disculpa por la sencilla razón de que lo es.

Recurro a la misma imagen, entrañable, del niño famélico, porque da la impresión...bueno, no da la impresión: es un hecho, que en España estamos a las puertas de la desigualdad social mas acusada de la historia moderna de este país (ricos mucho mas ricos y como lógica contrapartida, pobres mucho mas pobres).

Esta representación, sencilla, minimalista, escueta, fría, desalentadora, la contemplo como una alegoría rácana del futuro de un país que se vanagloriaba del "estado de bienestar" y que ahora empieza a pagar por el pecado de creer que los políticos son desinteresados, sinceros, cercanos, honestos, servidores y compasivos.

Unos ciudadanos que quieren tener lo que les "garantiza" la Constitución: vivienda digna, trabajo remunerado, educación y sanidad gratuitas: ¿están viviendo por encima de sus posibilidades?...según ciertos políticos, si.

Que no hayamos intentado "tomar la Bastilla" nos hace merecedores de un trato menos humillante por parte de los P.R.R. (Políticos Ricos Religiosos).

La solución al negro futuro no la se, pero meditando frente al dibujo y soportando la mirada lacrimógena del desafortunado modelo, quizás a alguien le visiten las musas de la "política creativa" y descubra la manera de salvar al populacho sin tener que asaltar la Bastilla.

Amen.