martes, 3 de marzo de 2015

ARCO


La imperceptible linea fronteriza que separa el arte del timo, creo que se cruza, descaradamente, en cada una de las ediciones anuales de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo.

Yo, que tuve la suerte de no poder ir, he descubierto, gracias a los medios, varias supuestas obras de arte: un vaso con  agua, medio vacío, en una pequeña repisa; una pared manchada de rojo con "chorretones" hacia el suelo, donde las latas y los pinceles sucios se esparcían al albedrío; raices de un árbol manchadas con algún color indefinido y un sinfín de objetos esparcidos por el suelo, pretendiendo ser tan originales que los observadores "normales" jamás descifraremos su significado. 

Quizás también  se exponía verdadero arte, pero los medios destacaron lo mas extraño: bien para inducirnos a la hilaridad o bien para evitarnos acudir, ahorrándonos así cuarenta euros que costaba la visita.

Cuando una obra no trasmite nada, por mucho que se explique...