viernes, 3 de abril de 2015

Calvario


Autoflagelarse, "procesionar" descalzo o deslomarse como costalero, son masoquismos gratuitos que nada tienen que ver con el recuerdo de la pasión.
El recogimiento, la reflexión y la valoración del sacrificio de Cristo deberían primar sobre el espectáculo turístico de la Semana Santa.
Más amar al prójimo como a uno mismo y menos cantar saetas a un ídolo de madera.