¡¡Que mal repartido está el mundo!!
Esta frase tan manida por lo reiterativo de su pronunciación cobró en mis interiores anímicos vida renovada cuando en una cadena de radio oí (y además: escuché) la respuesta de unas encuestadas, en las puertas de una "boutique"de ropa cara, cuando les preguntaron como afectaba la crisis en estos gastos extras:
Parece una frase normal, pero encierra toda la filosofía despilfarradora, gastiza, caprichosa e insolidaria del entorno en el que nos movemos.
¿De que año se tienen que poner la ropa los "cuatrocientoseuristas"?, ¿Y los "ceroeuristas"?. Ya no hablo de los "mileuristas" porque, según están las cosas, son unos privilegiados aunque no lleguen a fin de mes con holgura.
Yo me pondré la ropa que tenga, del año que sea, y daré gracias, a no se quién, por tenerla.
Estas pijas de la entrevista se creen que tienen problemas de subsistencia, pero como la mayoría de esta sociedad en la que vivo, los problemas son de consumismo compulsivo e inducido.
¡¡Que desgracia Diosssss!!
Bien: la pobre inmigrante de la viñeta tiene la "ropa" del año pasado, del anterior, del anterior al anterior, del anterior del... ¡¡uf!!... ¿de que año tendrá la ropa esta pobre?
