viernes, 8 de abril de 2011

Lacra


Una de las vergüenzas nacionales, que no acabo de asimilar, es la masacre de mujeres que día a día van muriendo a manos de sus "compañeros" sentimentales, esposos, novios, ex-novios , ex-esposos y demás denominaciones.
Estos sicópatas asesinos, cobardes, infames, despojos sociales, desalmados, anormales... (no: anormales no, porque ya casi son la norma) son los que me hacen avergonzarme de ser "macho", no porque sea como ellos, pero si, por no poder evitar esas atrocidades y además después del delito no somos capaces, ni legal ni ilegalmente, de conseguir que purguen por el mal cometido.
Los vivos tienen derechos "y hay que respetarlos por encima de todo", hasta por encima de los cadáveres de las mujeres a las que asesinaron. Estas ultimas también tienen derechos, pero ¿qué hace una difunta con sus derechos?...
Los derechos de las maltratadas hay que proporcionárselos en vida, pronto, seguro y desplegando los medios que sean. Y si no lo conseguimos: hay que hacer que el "desalmado" purgue su pecado, pronto, seguro y desplegando los medios que sean.
El dibujo:
Puede ser el morro de un maltratador en el momento de cometer su fechoría o puede ser el de otro hombre, con alma (humano), en el momento de ver en el "Telediario" que la macabra historia no se acaba. 
Imaginar cualquier cosa, son las dos caras de la misma moneda.