Otra vez los "servidores del pueblo" comienzan el sacrificado ritual de codearse con la ciudadanía, aparentando ser normales, que no lo son, para vendernos cercanía, camaradería, colegueo y falsedades variopintas.
Después del 20 de diciembre, conseguidos o no, los escaños por los que se humillaron: volverán a sus limbos a parasitar, sin piedad, a los sufridores ciudadanos hasta la proxima virágine electoralista.