domingo, 14 de junio de 2009

Dos son compañia, tres son multitud.


"Dos son compañía y tres son multitud". Esta frase famosa, cuyo origen desconozco y cuyo significado es discutible, me vino a la mente cuando leí en la prensa los datos de la manifestación en Francia para protestar contra las medidas anticrisis del gobierno galo: según el sindicato mayoritario 30.000 personas, según la policía 9.000 personas. ¿Quién dice la verdad?... ¡¡nadie!!, todos mienten y exageran en pro de sus intereses. Siempre ocurre igual, en Francia en España y en cualquier país, democrático o dictatorial. Lo peor no es que mientan como bellacos, no : lo peor es que los creemos, dependiendo del grupo al que seamos afines, ¿sin darnos cuenta que nos están manipulando?: NO, nos damos cuenta perfectamente pero como se supone que son fuentes autorizadas (a engañarnos) les damos crédito.

La conclusión a la que llego es que al hacernos participes del disparate nos autoengañamos dejando de ser ciudadanos y convirtiéndonos en plebe, populacho etc. y al "hacerlos creer que los creemos" les damos alas para contarnos disparates mayores. ¿Será que somos "masa borreguil"?... será, esta frase tan manida y tan vulgar es la que nos merecemos si no hacemos algo pera evitar ser engañados o autoengañados aunque dicho engaño provenga de nuestros correligionarios.

Tres pueden ser multitud o no dependiendo de que los tres persiguen un mismo fin y quieren llegar a él al unisono, aunque surgirán discrepancias cuando comiencen a dialogar o discutir la forma o el medio de lograr ese fin, sin embargo 30.000 ó 9.000 siempre serán multitud porque es imposible que dialoguen todos.

Los buenos (los nuestros) no siempre dicen la verdad y los malos (los otros) no siempre mienten.

La viñeta muestra que el político (no es Obama) aunque nos esté engañando no podremos demostrar que miente.

1 comentario:

  1. Si de política hablamos debemos ser conscientes de la mentira, de la mentira en cuanto a la dialéctica. Entonces habrá que buscar la parte que no puede variarse (entiendase aquí el donde dije digo, digo Diego)y lo que no puede variarse es lo que está puesto negro sobre blanco o sea lo escrito, el programa programa de aquel político loco.
    Todos mentimos, pero todos tenemos la obligación de descubrir la mentira, nadie nos engaña nosotros nos engañamos disculpando a los que engañan, a veces diciendo que todos son iguales.
    A mí nadie me engaña porque cuando descubro el engaño rompo con el mentiroso, esto es cuestión de actitud personal,seriedad,dignidad y autoestima.
    La masa borreguil es aquella que actua como los borregos, yendo siempre en la dirección que les marcan los pastores ayudados de sus perros.El destino que les espera, utilizar los recursos del rebaño y el matadero. La alternativa tener arrestos entre otras cosas y dejarse de llorar.

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