sábado, 3 de octubre de 2009

...taitantos


...taitantos:


Esta es, fue y será, la edad, salvo excepciones, de todas las mujeres independientemente de cuando hayan nacido. Aunque también hay ya muchos "metrosexuales" y "homomodernum" a los que les encanta ocultar tan "avergonzante" dato.

¿Por qué ocurre esto?

¿Por qué tanto misterio?

Primero:
A mi entender, quien actúa de esta absurda manera es porque no asume que la vida marca pautas que tenemos que aceptar, y por lo tanto, ignora que la biología, con todas las señas de identidad con que decora nuestro cuerpo, es dueña y señora de la evolución de nuestro aspecto. Quien ignora esto es un ignorante (con perdón...).

Segundo:
La vanidad hace creer a estas personas que, al ocultar el dato, el resto de los mortales los admirarán por lo bien que capean el temporal cronológico. Quienes piensan así, tiene como rasgo destacado, y único, de su personalidad: la vanidad (con perdón...).

Tercero:
El que pretende ser valorado como persona por su aspecto juvenil es que está vacío (con perdón...) de contenido humano y no tiene nada que aportar a la evolución espiritual, moral, cultural, sentimental etc. de la espacie a la que pertenecemos: que es la humana...creo.

Después de haber hecho esta reflexión tan "superprofunda", yo, a mis cincuentaisiete añazos, creo que los que ocultan la edad son personas inmaduras, ignorantes, vanidosas y vacías.
No obstante, si este auto engaño sirve a quienes así actúan para vivir felices: ¡que lo disfruten!, porque los que somos normaloides alcanzamos la felicidad muy dificilmente. Quizás deberíamos auto engañarnos todos... ¿o ya lo hacemos? Que pana me doy como "Homo" y que pena me doy, sobre todo, como "Sapiens-Sapiens" que a pesar de llegar a la cibernética y la informática moralmente seguimos en la "idiótica".

El gracioso abuelete de la viñeta, con noven...taitantos, no tiene una personalidad joven, no, lo que quiere es ser admirado y no puede aportar nada mejor después de tantos años en este mundo. A mi, que soy su creador, me aporta algo muy importante: el ejemplo a no seguir, que ya es una aportación muy valiosa.